viernes, octubre 08, 2004

Doce Años

10/8/2004


Supo de mi por casualidad, -le dije que las casualidades no existían-, él ignoro mi comentario. Me pidió vernos en una cafetería, para ser más concretos en una cafetería donde se pudiera fumar. Así que le recomendé vernos en el café que esta frente al parque.
Supe que era él al verlo vestido de humo de cigarrillo, el pelo atado por un laso color café y sandalias. El supo que era yo, por mi rostro de espera.
Se sentó en la mesa y sin decir su nombre me entrego un viejo libro de recetas de cocina. Yo abrí el libro, las hojas gruesas olían a él, había anotaciones al pie de cada receta, dibujos minúsculos de paisajes, muestras de uso y marcas de lágrimas. El me miraba nervioso, las manos temblorosas sostenían un cigarrillo de manera permanente. –Supe por casualidad que tú cocinas, este recetario era de mi madre, hace doce años tuve que salir de Checoslovaquia y desde entonces tengo hambre-.
-Como se sobrevive a doce años de hambre- le pregunte de manera absurda, él dio una bocanada al cigarrillo y solo después de exhalar me mostró los vestigios en el ante brazo de un sin fin de cicatrices, cortes finos y alineados, algunos de ellos aun recientes. Yo mire tentada la cajetilla de cigarros y le di un trago a mi café.
Le pregunte, por donde quería empezar, y guío mi mano hasta la pagina veinte.
Gulasova Polevka. Leí en un terrible checo, él repitió de manera solemne y perfecta el nombre de la sopa tradicional. El resto fue un no parar, el rostro iluminado mientras deliraba, -Chrest Zapekany, Bramborak, Bublanina, Levny Dort Zazrak, Vdolky, Zelniky-…Paso de la euforia al llanto sin apagar el cigarrillo. A mi no me quedo otra alternativa mas que tomarlo entre mis brazos y mecerlo para que se calmara. La próxima vez que nos veamos será distinto, un poco de páprika dulce en mi pecho le ayudara a bien dormir.


Beatrix


1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Es cierto esto?

- Marvin