viernes, abril 22, 2005

Quiero hablarte

Quiero hablarte, decirte, y expresarte.
Quiero hacerte ponerte, y quitarte.
Cegada, cegada por la tormenta de luces de bengala que escapan de tus dedos, pequeñas muertes de exaltación estrelladas en las mezclas, en los turrones, en un panecillo en la bandeja de merengues.
Y yo la sombra que imita tus movimientos, el duendecillo hambriento, la fermentación que crece a pasos agigantados.
En este espacio, en este pequeño espacio al que un día me invitaste a pasar, nos ha quedado pequeño el cielo, te propongo derribar el techo, que nuestros panes se eleven en desmedidas proporciones, que los batidos alcancen alturas vertiginosas, que las fragancias intoxiquen todo a su paso, que El Todo sea una enorme plancha de mármol donde trabajar el chocolate, que sea mi pecho donde hornees el amoroso pan, que sirvan tus manos para contener la lava de azúcar que brota de los sartenes de cobre.
Vamos a cortar limones y naranjas de tu cabellera, yo te regalare la vainilla y la canela, y juntos, tapizaremos el cielo de anís.
Y tu me enseñas el paraíso, abres la puerta del paraíso y la bocanada de aire que deja escapar ruge en mi rostro, y mi rostro se enciende con su calor, y con las manos que no me han recorrido, y el paraíso huele a los pliegues de tu piel, la tenue luz del paraíso se avergüenza del cobalto que anida en tus ojos. Y tú me invitas a probar de las dulces mieles del paraíso, y en ese momento todas las teorías incluida la del caos, paran su marcha y el reloj marca las ocho menos cinco.
Y vuelven los ríos a su cauce, tú retomas el paso y en la distancia hablamos, nos decimos y expresamos, cuanto quisiéramos hacernos, ponernos, pero sobre todo quitarnos…

Beatrix

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que mira... dos sorpresas seguidas. me impresionas. Aunque no me impresiona que me impresiones. Yo sabía que una vez que empezaras a desatar a ese demonio que llevas dentro, las palabras poco a poco llegarían a la superficie de tus dedos, y las letras se unirían lentamente para mostrarnos a todos la lava literaria que aguarda en tu cabeza.
Me encantó.

- marvin